martes, 16 de diciembre de 2008

Vivir sin teléfono celular.





En una visita fugaz a Canadá para ver la fábrica de Blackberry y el nuevo Storm me encuentro con un periodista europeo que no tiene móvil.No se le ha olvidado en casa, no se le ha perdido. Simplemente no tienemóvil. No le juzgue, raros somos todos. Aún así, año 2008, siglo XXI...escalofriante.

Lo tuvo, claro, pero el 31 de diciembre del año pasado decidió apagarlo durante doce meses para comprobar cómo sería la vida sin ese dispositivo. Piénselo, no se trata de apagar el móvil cuando no queremos que el jefe o la novia nos llame, se trata de vivir sin él las 24 horas del día.

Hace 15 años vivir sin un móvil no suponía un gran sacrificio pero ahora lo normal es que tengamos 1,5 teléfonos por persona y que nuestra vida se organice gracias a ellos. Pídalepor ejemplo a sus amigos que le llamen al fijo para quedar a una horadeterminada en la puerta del cine y mire la cara que ponen —rece paraque no haya un cambio de planes-. Dígale a su madre que sólo podráresponder a las llamadas de 7 a 9 de la tarde porque luego no estará encasa. Ya puestos podría mudarse a un poblado amish, su vida social será más o menos la misma.

Le pregunto cuáles son las mayores sorpresas que se ha encontrado en estos 10 meses de desconexión:



Cita :
* Tienes mucho más tiempo para ti mismo.
* Descubres que el 40% de las llamadas son realmente superficiales.
* Ahorras más de 1.000 euros al año.
* Llevas a todos lados una agenda de papel con los números de tus amigos anotados.
* Vuelves a descubrir el fascinante mundo de las cabinas telefónicas.



El último punto no está exento de problemas porque, según él, el80% de las cabinas telefónicas están estropeadas. Están ahí pero nofuncionan o cuando lo hacen sólo funcionan con tarjeta y no conmonedas. Antes las cabinas se reparaban pero ahora pueden pasarsemanas sin que un técnico aparezca (y sin que a nadie le importe unpimiento). En las que funcionan muchas veces hay que hacer colas.

Si sobrevive, me confiesa, es gracias al correo electrónico, la mensajería instantánea y Skype. Le pregunto si haría lo mismo con Internet, si sería capaz de desconectarse de la red durante un periodo tan largo. "Puedo vivir un año sin teléfono móvil", me dice "pero sin Internet no duraría ni tres días"...

Orates.

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