martes, 23 de diciembre de 2008

Les deseo felicidad en éstos días...

...en los que se nos ha olvidado el verdadero significado de la felicidad.



Aunque fue quizá uno de los más influyentes maestros espirituales del siglo XX, Jiddu Krishnamurti no condujo escuela alguna ni creyó en un camino único hacia la verdad. En su lugar, denunció que todas las teorías ocultas, organizaciones y métodos estructurados eran impedimentos para la búsqueda de la realidad verdadera.

Krishnamurti nació en 1895 en un poblado del sur de la India, y murió en EEUU en 1986.
No fue gurú ni líder de ninguna organización religiosa, pues según sus propias palabras: "Quien sigue a aquel que se erige en autoridad, jamás aprende".

Por eso, todo cuanto dijo a lo largo de 60 años de pláticas ininterrumpidas -en Europa, Asia y América- no constituye un cuerpo doctrinario que intente atraer adeptos o proporcionar fáciles consuelos: "Uno puede señalar, pero es usted quien debe mirar".

Krishnamurti enseñó que la verdadera comprensión sólo puede ser obtenida a través de una completa conciencia de la mente y de sus imágenes, que se reflejan continuamente en las relaciones que uno establece con los demás.


"El cambio real ‑la revolución‑ ocurre cuando la gente
se mueve desde su polarización en las percepciones
de los sentidos hacía una actitud donde se rige
por valores libres de las trabas impuestas por influencias externas"


ALGUNOS PENSAMIENTOS

La felicidad llega cuando estamos haciendo algo que amamos de verdad y no porque lo que hacemos nos dé riquezas o nos haga una persona destacada.

La angustia es miedo inmenso a un no se qué, a un no sé cuándo y a un no sé dónde, pero que nos hace sufrir sin descanso, como si fuéramos atacados por un enemigo invisible oculto dentro de uno mismo.

El amor no es una cosa de la mente. Y solo cuando está de veras quieta, que no espera nada, ni pide ni exige ni busca ni posee, cuando ya no tiene celos ni temor ni ansiedad, cuando está realmente en silencio, sólo entonces es posible el amor.

La razón de que no tengamos amor es porque las cosas de la mente han llenado nuestros corazones (celos, envidias, deseos de ser alguien, ambición, éxito).



Uno ha de terminar con todo el conocimiento acumulado cada día, heridas psicológicas, compararse con otra persona, compadecerse a sí mismo...
terminar con todo eso cada día, de modo que al día siguiente la mente de usted sea fresca y joven. Una mente así nunca puede ser lastimada.

¿Se puede vivir en este mundo completamente sin ambición, sin compararse jamás con nadie?. Porque tan pronto se compara, hay conflicto, envidia, deseo de lograr cosas, de superar al otro...



El propio perfeccionamiento es la antítesis misma de la libertad y del aprender. Descubra cómo vivir sin comparar y verá que ocurre algo extraordinario.

Para la mayoría de nosotros, lo difícil es desligarse de los viejos hábitos de pensamiento: "Yo soy algo", "este es el camino", "pertenezco a X", "creo en tal"...Tan pronto adopta usted esta postura, se ha separado de sí mismo y por lo tanto, es incapaz de mirar el proceso total. Y mientras exista fragmentación, tanto externa como interna, tiene que haber confusión.



Con David Bohm, físico cuántico americano que hizo importantes
contribuciones en los campos de la física teórica,
la filosofía y la neuropsicología.


Krishnamurti tenia una compresión de la mente humana que dejaba sin respuestas a los más avezados, esto se puede ver en las numerosas entrevistas y presentaciones, también en sus libros, uno de los videos muy buenos para ver son los llamados la naturaleza de la mente donde discute con varios científicos los aspectos de la naturaleza humana.


No se los pierdan, no siempre se tiene la oportunidad de oir a alguien asi


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