sábado, 7 de febrero de 2009

La escala de lo único permanente

Todavía no sé lo que estaba esperando y mi tiempo se escapaba salvajemente...
David Bowie, canción 'Cambios'


Los cambios astrofísicos consumen impávidos el tiempo. La edad del universo se calcula en quince millardos de años. La formación del sistema solar ha ocurrido en cinco millardos.

La vida se ha levantado desde los microbios hasta el ser humano en tres millardos de años. Más cerca pero aún lejos, hace medio millón de años no se producía artificialmente fuego. De modo que entre el fuego y la luz eléctrica habrá unos quinientos mil siglos.

Entre el fuego y los primeros homo sapiens hay unos 350 mil años. Entre el inicio de la especie y la primera ciudad descubierta habrán 150 mil años. En los últimos diez milenios han ocurrido Jericó, las pirámides, el Gólgota, Hiroshima. Más de trescientas generaciones.

La sociedad moderna es, definitivamente, más dinámica. La Revolución Industrial se tomó su medio siglo en consolidarse (entre 1850 y 1900). Hay un intervalo de siglo y medio hasta la formación de una auténtica "sociedad de masas", caracterizada por la urbanización, la educación masiva, la explosión demográfica y el consumo (mediados de los 1950s).

La automatización tardó cincuenta años entre Dalton y Edison, quien llevó la electricidad del laboratorio a las calles y a los hogares. La mecánica necesaria para hacer andar los automóviles y echar a volar los aviones se gestó en más de cien años, hasta principios del siglo XX. En cambio, de un carromato inferior hasta un automóvil capaz de alcanzar la mitad de la velocidad del sonido transcurrió una generación, hasta mediados del siglo XX.

En cincuenta años, desde entonces, se crearon el transistor y las primeras computadoras electrónicas, que ocupaban pisos completos de un edifico. Cincuenta años después algunas computadoras ya caben en un bolsillo y pueden transmitir datos por el aire. En este pasmoso medio siglo, las novedades han reducido su vigencia.

Hay unos 30 años entre el transistor y el primer microprocesador, hacia 1971. Entre la primera PC estandarizada(1981) y las actuales Pentium y AMD, el microchip ha duplicado su potencia computacional más de 23 veces.

A mediados de los 1980s se inventaron los discos compactos. Antes de 1983 no había fax, aunque sí un prototipo muy antiguo que nunca se construyó. Apenas en 1985 surgió, comercialmente, la interfaz gráfica de iconos, ventanas y botones. Antes de entonces, un ratón era algo que no se agarraba. En los 1980s las redes de PCs eran la excepción, no la regla. Internet tenía menos de mil usuarios a principios de los 1970, actualmente se reportan mil millones o 15% de la población humana, en una generación.

De allí, se supone, la frase de Andy Grove, retirado de Intel: "Sólo los paranoicos sobreviven". Nadie aprendió mejor la lección que los fabricantes de software, en la prehistoria de la web, en el ancestral 1996. Netscape amenazó el ya firme imperio de Microsoft con un navegador que sería la puerta a un nuevo mundo de data y comunicación. Los padres de Windows, al principio fuera de base, desataron una frenética carrera para alcanzar y eventualmente sobrepasar a sus rivales.

Las versiones, extensiones, las alianzas y circuitos beta se sucedieron con tal velocidad que el desarrollo de productos se medía en días (y sin exagerar) en horas. Ningún plan de desarrollo superaba los tres meses. Esto, claro, creó una epidemia de "blotware" (software que se libera al mercado sin estar listo y que se ¨mejora¨ en versiones sub-secuentes) que aumentó la confusión, la incompatibilidad y que sólo pudo ser mitigado con la aparente victoria del Microsoft Explorer, apoyado por el hercúleo poder de mercado de Windows.

Este dominio de facto parece haber desestimulado a la empresa Microsoft a mejorar el Explorer, que constituye un navegador muy inestable y vulnerable a los virus y a los "spyware". Ahora surge una esperanza con el Mozilla Firefox, un excelente producto abierto y gratuito.

El frenetismo y la velocidad no han dejado de aumentar, aunque ahora los negocios en Internet se parecen más a los del mundo atómico. Google, por nombrar el más notable, introduce nuevas características día tras día: email con gigas de espacio, Blogger (su sistema de blogs), noticias que se arman "solas", clasificados inteligentes, búsquedas de imágenes, voz sobre IP, navegación de mapas satelitales, laboratorio de nuevos servicios...

Y eso es apenas un botón de la muestra. Piense que en Google hay más de 8 millardos de páginas web en su base de datos de búsqueda y que eso no cubre 40% de las existentes...

Y mientras tanto lo único permanente nos consume.

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