miércoles, 17 de junio de 2009

No puede ser que en estos días existan...

Analfabetos sexuales




En nuestra sociedad existe un importante déficit de educación sexual objetiva y adecuada. Cuando surgen debates sobre temas como el de la píldora postcoital, el embarazo, el aborto, la homosexualidad... resulta completamente evidente la enorme desinformación general que existe en España en torno a aspectos sexuales fundamentales. Ello sin mencionar todos los prejuicios que entorpecen un diálogo constructivo y maduro.

Aunque la polémica se suscita principalmente entre personas adultas, la carencia de una educación sexual adecuada es un fenómeno radicado en la infancia. En la adolescencia la necesidad se agudiza y en la edad adulta pueden vivirse muchas dificultades como resultado de la ignorancia, la desinformación y las ideas erróneas sobre el sexo adquiridas a lo largo del camino.

En un estudio reciente con 1.132 estudiantes de carreras relacionadas con la salud en una facultad del Reino Unido, más del 50% de los sujetos dijeron no sentirse cómodos cuando tenían que enfrentarse a una amplia gama de situaciones en las que recibían alguna consulta académica con connotaciones sexuales.

Los profesionales de la salud que se sienten incómodos al tratar temas relacionados con el sexo muy probablemente tendrán dificultades para recoger, por ejemplo, la historia sexual del paciente o para hablar de los temas sexuales que pudieran preocuparle.

Aunque la gran mayoría de profesionales de la salud y educadores aceptan que existe la necesidad de tratar el tema de la sexualidad adecuadamente, los estudios muestran que pocas veces se atiende esta área lo suficiente. La realidad es que muchos de estos profesionales simplemente no han tenido la formación correspondiente para poder ofrecer ese servicio. Otras de las razones pueden ser la falta de información, actitudes antagonistas hacia el sexo, sistemas de valores contrarios, mitos y estereotipos sexuales... o no saber recoger los datos de una historia sexual.

En general, podemos decir que muchos profesionales de la salud y educadores carecen de confianza a la hora de tratar las necesidades sexuales de la población en general. Esta desconfianza suele ser reconocida, por ejemplo, por pacientes que al consultar a su médico se dan cuenta de que éste parece indiferente a sus preocupaciones sexuales. A veces la causa de ello es la vergüenza.

En un estudio reciente se halló que 75% de los pacientes creía que su médico ignoraría sus preocupaciones en torno a su salud sexual, y 68% dudaría en comentar sus preocupaciones sexuales a su médico por miedo a crear una situación incómoda o vergonzosa para él. Todo esto en un contexto en el que 40% de mujeres y 30% de hombres se enfrentaban a problemas o preocupaciones sexuales persistentes.

La triste realidad es que en muchos aspectos el sexo sigue siendo un tema tabú y esto dificulta que se pueda difundir adecuadamente la información científica disponible sobre el tema. Por eso, desgraciadamente, en nuestra sociedad abundan las personas analfabetas sexuales.

¿Te cuesta hablar de sexo con los profesionales de la salud o los educadores que tratas? ¿Se te haría difícil narrar tu historia sexual? ¿Crees que te costaría trabajo hablar de tu vida sexual con personas desconocidas? ¿Cuán necesaria crees que es la educación sexual en nuestra sociedad?

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